jueves, 17 de julio de 2008

Y TU EN QUE LADO ESTAS

Muy buenas:

Hoy hablaré de los recursos humanos que integran una organización, osease lo que vienen siendo las personas que trabajan en una empresa.

Pero antes, hablemos primero de matrimonios.

Los hay felicísimos en los que la volubilidad de ella, casa a la perfección con el laconismo de él. Los hay también, en los que la convivencia de ambos es como un choque de trenes entre dos caracteres fortísimos en los que su unión se cimenta en la reconciliación después de la discusión, ya casi buscas enfadarte para luego reconciliarle, (que raritos somos).

Cuento personalmente con amigos de todos los colores, pensamientos, personalidades, clases, ideologías, y pareceres diversos, y creo que los que más se pueden llegar a complementar conmigo son probablemente los menos se parecen a mí, los polos opuestos tienden a acercarse.

Después de esta breve introducción traslademos este tema al campo profesional-laboral.

Simplifiquemos, dividamos a las personas en sólo dos grupos, (las personas siempre tendemos a encasillarlo todo), independientemente del rango o cargo que pueda tener cada uno en la empresa.

Por un lado encontramos a los Positivos, y en el otro los Negativos.

Cada uno de nosotros, guste o no, esta en uno de estos dos grupos. Generalizo dividiéndolos en dos grupos, pero en el fondo, son los dos grupos que creo que mejor definen alas personas en una empresa.

Nuestra convivencia laboral, da igual el tipo de empresa, su tamaño, u área en la que trabajemos, se desarrolla entre personas que ven el vaso medio lleno y personas que ven el vaso medio vacío, (decir que hay personas que por ver, no ven ni el vaso, digamos que son un tanto por ciento que esta, porque tiene que haber de todo),

Hablemos del positivo, este grupo no tiene porque ser optimista, a pesar de que diga que sí a todo; busca solución a los problemas, busca salidas hasta en las situaciones más comprometidas, su ímpetu y empuje es lo que le lleva a abrir agujeros hasta en un muro de hormigón.

El negativo: no lo describamos como un aguafiestas o cenizo, es el maestro de las objeciones, es el que con su prudencia pone control al arranque del positivo. El negativo no es el hombre del no, sino es el hombre cauto, el que le para los pies al avance e ímpetu del positivo.

La perfección de estas dos figuras reside en que se combinen; no tienen que converger en un mismo punto, no los metamos juntos en el mismo redil y busquemos que digan sí o no al unísono, sería una tarea inútil, y puede generar problemas, cada uno es como es, lo que se trata es de aprovechar su valor por su contraste de visiones y pareceres diferentes.

De esta manera una caída en el pozo de la derrota de los negativos se verá frenada por los esfuerzos y los ánimos de los positivos, y lo que puede que sea un castañazo por culpa de la impetuosidad de los positivos, se evitará gracias a la prudencia y señales de alarma que tiene los negativos.

La empresa será la que decida hacia que lado deberá de inclinarse, el arrojo de los positivos o la mesura de los negativos.

Creo que si esta combinación se gestiona de una manera útil y provechosa, no habrá problema que no tenga solución.

Saludos.

PD: gracias a todos los que leéis mi blog, reconforta e ilusiona saber que hay gente dispuesta a leer lo que escribes.

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