PARTIDA DE TUTE A VIDA O MUERTE

Siempre me han gustado los juegos de naipes, Heraclio Furnier Gonzalez (1.849-1.916), debió ser un gran tío. Fruto de su actividad como litógrafo en Victoria, sacó a la luz en 1.888, lo que hoy conocemos los naipes españoles, “la baraja”.
Esta empresa fabrica hoy 16 millones de naipes al año y su expansión es internacional en los mercados de casinos.
Hay múltiples juegos de naipes: la brisca, el cinquillo, el bridge, el chinchón, la pocha, el tute el mus…. muchas veces nos hemos dejado horas y horas, jugando placidamente en compañía de nuestros amigos.

Hablo de esto porque, debía ser muy importante la partida de tute que se jugaba ayer a la hora de comer en la localidad de Azpeitia; era una partida “a vida o muerte”, (maldita comparación la que acabo de hacer). La foto de la portada de El Mundo no te puede dejar indiferente.

Ignacio Uría y sus amigos se disponían como otro día cualquiera a su habitual partida de cartas, era una rutina ya después de comer, con la pequeña diferencia que este miércoles, Ignacio no pudo ir a jugar su partida de tute, ya que le pegaron dos tiros a bocajarro en la cara, a las puertas del restaurante.

Ignacio Uría, era un blanco fácil, este hombre debía ser todo un enemigo para estas gentes, alguien que simplemente tenía un empresa, daba trabajo y creaba riqueza, hacía tambien, las obras el AVE vasco. Los nacionalistas, en contra de todo, ya no saben ni que quieren, ni que defienden, en contra hasta del progreso del su propio país.

La cafetería Uranga se encuentra a 200 metros dellugar elegido por estos asesinos para acabr con su vida, y ayer sus “amigos” continuaron con su rutina, con la única diferencia de que otro ocupó el lugar del asesinado.

Me pregunto ahora, que amigos tenía este hombre, que se quedaron ya no impasibles, sino que jugaron su habitual partida como si nada hubiese pasado.

Me pregunto también que diría este hombre nuevo en la partida, ocupando un lugar no correspondido cuando 5 minutos antes, acababan con la vida del que en esa silla se sentaba cada día, me producen náuseas pensar en la reacción de esta gente, la impasividad , la amoralidad ante este hecho, no se puede ser tan frío.

Hay un alto número de posibilidades en que uno de esos amigos con los que este pobre hombre jugaba alas cartas, fuese uno de esos llamados “satélites”, informadores en busca de objetivos, lo cual para mí, son iguales de asesinos que el cobarde que apretó el gatillo.

Me viene al recuerdo, la segunda entrada que escribí aquí, un artículo en el que me preguntaba de que estaban hechas las personas. Esta claro que el material del que están hechos estos sujetos, esta gracias a dios, en "grave peligro de extinción".

Saludos.