martes, 9 de septiembre de 2008

OBJETIVIDAD EN LA COMUNICACIÓN

El que os escribe es un adicto a la prensa, a prensa y a algún que otro colecciónable que en estos días de septiembre siempre se promocionan, lo reconozco; me gusta leer y me gustaría leer más. Es un vicio que heredo de mi padre. Siempre me ha gustado el tacto del papel que tiene un periódico, y ojearlo desde principio a final,y no al revés como muchos hacen, entras en un restaurante y empiezas a comer por el postre y los cafés?.

Leo prensa en Internet cuando no dispongo de tiempo, pero no me gusta, me parece descafeinado, te deja indiferente, me pasa lo mismo con los libros, páginas en donde te descargas los e-books, que al final acabo imprimiéndolos, y vuelvo a tener un libro en folios.

Espero tardar mucho tiempo en adaptarme a tener que leerlo todo en una pantalla, me gusta el libro como objeto, acabar con él por el avance del mundo digital me da pena, me resisto a pensar que ha sido un soporte que tenemos que empezar a echar de menos.
Entre tener una biblioteca en tu casa, o el poder meter todos tus libros digitales en un disco duro, sin duda me quedo con lo primero, aunque suene a viejo nostálgico.

Me decía un amigo del gremio de los periodistas, que pagar un euro por todo lo que nos ofrece un periódico, es un precio demasiado barato para todo el trabajo que hay detrás; estoy de acuerdo.

En prensa leo de todo en general, todos los colores y tendencias, Una de las cosas por las que más me gusta leer prensa es ver como se trata la información; es un difícil ejercicio el como se puede contar una misma noticia si el periódico tiende hacia un lado u otro del hemiciclo que nos gobierna, a veces es hasta divertido, poder contrastar y ver las dos versiones que tiene una misma noticia. Te ayuda a sacar tu propia conclusión, que sin duda, es la mejor de todas.
Cuanta distancia encontramos en cómo te han contado una cosa, y como ha sido realmente, que papel tan importante juegan nuestros medios comunicación, y que decisivo es, el correcto tratamiento de esa información.

Cuantos errores (no se si intencionadamente), se producen por sacar una frase o palabra fuera de un contexto, un comentario solitario sin que este acompañado del un párrafo que lo justifica, que hace que lo cambie absolutamente todo.

Que curioso: ”Dos de cada tres cibernautas, declaran tragarse sin rubor cualquier bulo que circule por Internet”; preocupante creerte algo que no tiene ninguna base ni contraste. Se estará llenando Internet de mentes vacías?, “borregos digitales” capaces de creerse cualquier chismorreo barato?

Internet es un arma de descalificación masiva y puede tirar la reputación de cualquiera en segundos, sobre todo si dos de cada tres sujetos están dispuestos a creerse lo que sea. Hablamos de que de cada 100 tíos, hay 66 creyentes de falacias.(muy peligroso).

Comprobé hace unos días, un problema con los medios de comunicación en este país; fue con el trágico accidente de avión, todas nuestras cadenas enviaron a becarios veinteañeros (que no tienen culpa de nada) a cubrir una noticia de una magnitud que se les escapaba de las manos. Menudas preguntas que les hacían a los familiares de las víctimas. Son el último eslabón,y la culpa es de quien los ha enviado allí. Carnaza para los leones del Circo Romano.

Sin embargo, las cadenas otros países como Francia, países escandinavos, sajones, mismo EEUU, cubrieron esta noticia con gente curtida y con su debido tratamiento. En estos países serios, las noticias, son difundidas por gente cuya credibilidad, se la han ganado gracias a sus contrastadas carreras. Bárbara Walters presenta con 79 años programas en la televisión norteamericana. Diane Saber continúa con 63 años.
Aquí prejubilamos a gente con 50 años porque nos sale más barato contratar a un becario, poco importa la calidad y profesionalidad, lo que diga y como lo diga. Prescindir de alguien que quiere trabajar, justo en la edad de conocimiento máximo es una decisión demasiado irresponsable para deshacerse y despilfarrar ese capital humano, es que nadie lo ve?. Pero como siempre, los números y la rentabilidad son los que mandan.

Comunicar bien que es una de las cosas más difíciles, poder trasmitir a los demás la realidad de algo sin modificarla, es difícil, a mí, me cuesta muchas veces poder transmitir lo que tienes en la cabeza, e intentar buscar las mejores palabras. Muchas veces me expreso muy mal, otras veces es la otra parte la que escucha sólo lo que quiere escuchar.

Seamos objetivos, y llamemos a las cosas por lo que son, las verdades a medias son peores que las mentiras. Y ya que la gran cantidad de información que se nos ofrece a diario viene sesgada, es subjetiva y viene manipulada tramémosla con el cuidado que se merece.

Pensemos y saquemos conclusiones por nosotros mismos, aunque sea difícil, y no formemos parte de ese “tonto por ciento” que se cree cualquier bulo en Internet.

Un Saludo. Jano.

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