viernes, 23 de enero de 2009

LOS ERE, LA LEALTAD Y LOS MARTINIS...AGITADOS, PERO NO REVUELTOS...

Muy Buenas a todos:

Menuda tormenta que tenemos estos días: mediática, laboral-económica, de valores y principios y la menos importante de todas: la meteorológica.

Hablando del tiempo y calentamiento global, leía esta mañana unas declaraciones de un científico, que decía que si superábamos el problema del calentamiento, tendríamos un problema de enfriamiento grave.

La cuestión de la salud del planeta ya no debe preocuparnos, moriremos congelados como en un frigorífico, o quemados dentro de un horno; por lo menos, no saldremos de la cocina….al final el primo de Rajoy iba a tener razón….

En fin, bromas aparte, me gustaría hablar hoy de los despidos masivos que se están produciendo en todas las empresas de este convulsionado planeta.

Los responsables que gestionan recursos humanos en las organizaciones empresariales tienen un papel engorroso en estas fechas.

Como explicar a un recurso humano (trabajador) el cual está motivado en su puesto de trabajo, una persona válida, con una gran aptitud y actitud, que hace las cosas bien, y se esfuerza a diario por mejorar… como decirle que mañana ya no tiene que venir a trabajar, que la empresa prescinde de sus servicios, así sin más…ha sido un placer.

Tantos han sido los esfuerzos para motivar a los trabajadores, para que formen parte activamente de la empresa para luego ¿tirarlos por la borda de un barco que tenía exceso de equipaje?

Es preocupante la desmotivación que este hecho produce. Como razones de tu despido te dirán: que es por culpa de la crisis, la globalización o una drástica bajada en las ventas de tu empresa, (da igual lo bien que fabricases, si no se vende, hay poco que hacer). Son argumentos creíbles, que seguramente no logres entender muy bien cuando tu hacías todo lo posible porque las cosas fuesen bien.

La lealtad, es una palabra que en estas fechas esta fuera de lugar, parece que tu lealtad durante todos estos años hacia la empresa no ha servido de nada, en estos recortes humanos entran todos, leales y no leales, buenos trabajadores y no tan buenos, la criba es dura.

Me pregunto con que queremos levantar a estas empresas, Las empresas sólo pueden ganar si tienen los mejores empleados. Y aunque suene duro o mercenario en estos tiempos difíciles, es importante recordar que todos se benefician en una sociedad cuando prosperan las compañías.

Sin duda cada día estoy más de acuerdo, (y los actos de estos tiempos confusos
lo corroboran), en que al final tú y sólo tú, debes actuar de manera autónoma, tú tienes que ser propia empresa, un “YO S.A.”.

Que quiero decir con esto, pues que de alguna manera te tienes que ver como una empresa que ofrece sus servicios a otra compañía que es la que te contrata, y que cuando ésta ya no te necesite, (o tú ya no la necesites), será otra empresa la que contrate tus servicios y a otra cosa.

Entended lo que quiero decir por servicios, si hablo de un “Yo S.A.” tus servicios serán en un balance de resultados, tus activos (Inmovilizado inmaterial) más valiosos: tus habilidades, destrezas, conocimientos, aptitudes y capacidades para desarrollar una labor profesional en una empresa demostrando tus servicios.

Hoy la movilidad laboral es un hecho sin marcha atrás, me impresiona la gente que lleva (o llevaba) 30 años en un mismo trabajo, leales a la empresa,desempeñando la misma función.

Señores opino que esto hoy no vale, este modelo se murió, lo de funcionarios en una empresa fueron épocas.

Aquello que siempre me contaban de que entrar a trabajar en la banca era tener el puesto de trabajo asegurado de por vida, fueron otros tiempos, hoy cualquier trabajo está en entredicho, hoy estas aquí, pero mañana…

Te levantas una mañana y a tu empresa,(curioso, siempre se suele decir “mi empresa tal” “mi empresa cual”, tenemos un sentido de pertenencia un poco ridículo ya que de la empresa que tú dices que es tuya, no es tuya ni la silla y la mesa en la que trabajas).

Bueno pues una mañana, esa a la que le eras leal, la compraron una japoneses, y se la llevan al este, tu superior en dos días ha cambiado de nombre, ahora es japonés, y no sabe nada de lo duramente que has que has trabajado en esta empresa durante todos estos años por lo que empiezas de cero. Sin duda, suena muy motivador…

Puede que sea una visión un tanto egoísta pensareis, pero es provocada por una acción anterior, al final, eres tú y tus consecuencias, para bien o para no tan bien, el aferrarse a un puesto de trabajo debe traer detrás otro tipo de recompensas, y que las multinacionales hablen de lealtad con los tiempos que corren y las patadas y recortes que están haciendo…..pues que quieres que te cuente…les toca correr un tupido velo….

La lealtad es hacia uno mismo, ningún puesto es ya para toda la vida, por eso el día que te despidan a pesar de estar haciendo las cosas bien, míralo como una oportunidad y no como una desgracia, ellos se son los que pierden a un activo humano tan importante, y tu ganas la oportunidad de demostrar tus destrezas en otro lugar.

Nadie te va sacar las castañas del fuego, y al final eres tú y tus problemas, con tus aciertos y tus errores, si queréis otro día hablamos de lo que le importas a una multinacional…

Termino ya (perdonad el tamaño de la entrada de hoy), con una palabras que encontré de Albert Eisntein acerca de la crisis, vale la pena leerlo, y las dedico en especial, para los que han perdido su trabajo en estas fechas y su lealtad les ha servido de muy poco.

un saludo amigos.
jano1880@hotmail.com

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla".

(Albert Einstein)

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