lunes, 20 de octubre de 2008

GARZON, DEJAME UNA PALA Y SI QUIERES TE ECHO UNA MANO

Empezaré este artículo escribiendo algo, para que vaya por delante mi objetividad al tema que os hablare hoy:
A Francisco Franco, a sus ministros y a los franquistas desde mi modesta opinión les pueden dar mucho por saco, el transcurso de la historia será la que les haga justicia.

Muestro una absoluta indiferencia hacia ambos lados, (hacia el bando Republicano tambien), sobre algo que ocurrió hace más de 70 años,

En esta vida,”Los únicos que viven del pasado, son los Museos”.

Nuestra historia es la que es, nos guste o no, asumámosla y recordémosla con el respeto que se merece. Hay que tener la suficiente sutileza para tratar ciertos temas del pasado. Remover el pasado, y despertar a los muertos de sus tumbas no creo que sea una decisión correcta con los tiempos que corren.

Nunca ha habido una guerra que tuviese sentido, la Guerra Civil Española menos.
Franquistas o Republicanos, éramos lo mismo, llegué a conocer a una persona que empezó luchando en el lado franquista y al ver las atrocidades que cometían, se pasó al republicano pensando que serían mejores, pero no, eran todavía más sanguinarios que los primeros, con lo que cuando vio lo que se hacía en ambos lados, ya no supo que hacer.

Nuestro Sheriff español, el juez Baltasar Garzón, esta semana ha iniciado una causa judicial para profanar más de 114.000 tumbas, buscando quien yace allí enterrado.

Me pregunto a cuento de que viene esto ahora, le busco un sentido, y creo que carece totalmente, no encuentro razón en una causa que se inicia hoy, 70 años más tarde de aquella guerra entre españoles que nadie quiso.

Gracias a nuestro Robin Hood particular del mundo (España se le quedó pequeña en poco tiempo a pesar de la gran cantidad de delincuentes que tenemos) podemos estar tranquilos, los fantasmas del pasado vuelven a surgir entre nosotros.

Te ha gustado ir de Juez Mundial que imparte justicia allá por donde va, me vienen a la cabeza, Argentina, Chile, y me pregunto sino habría países con más capacidad jurídica que nosotros para que esos dictadores y genocidas que cometieron los mayores crímenes de la historia fuesen juzgados.

Te ha dado por escarbar y profanar 70 años mas tarde, mas de 114.000 tumbas, un acto muy valiente de tu parte…por cierto hablando de valentía, y ya que veo que te sobra, ¿es una simple casualidad que hagas esto ahora con el gobierno del PSOE?,

Tuviste antes 8 años con el PP, y si tanta valentía demuestras, ¿porque no iniciaste esto en el gobierno del PP?.

No se que quieres que piense la gente, no se que sentido tiene algo que ya ha prescrito hace muchos años, pero si tanto interés tienes déjame una pala y nos ponemos a desenterrar tumbas juntos.

Este proceso no conducirá «a ninguna parte» en términos penales, puesto que los responsables de la represión, al margen de otras consideraciones jurídicas, han fallecido. Solo servirá, para impulsar algunas exhumaciones de fosas que, tarde o temprano, se iban a realizar.

Hay que juzgar a Franco por lo que hizo, me parece bien, juzguémoslo, a él y a sus ministros, leo que buscas el certificado de muerte de Franco, encontrarás que esta muerto, o no, igual no, igual esta con Jesús Gil y Elvis en Venezuela de vacaciones….

Lo decía Arias Navarro, españoles: “Franco ha muerto”, lo sabe toda España menos el hombre aquel del anuncio del Mitshubishi Montero que decía: “¿Y Franco, que opina de esto?”.

Aquí el único que sigue vivo es Don Manuel, ¿pretendes meterlo en la cárcel?, Me imagino la surrealista instantánea.

Hay mucha gente que quiere saber en donde están enterrados sus antepasados, llevan toda la vida sin saber que fue de ellos y ahora vamos a ponernos a hacer hoyos por España adelante, los forenses y empresas de excavaciones van a tener trabajo.
Espero que esta gente esté buscando un sentido sentimental en toda esta causa, un lugar al que llevar flores a sus antepasados y no tenga un trasfondo económico, buscando indemnizaciones y pensiones por los fallecidos de la guerra, sería algo muy ruín reclamar dinero ahora y habría que hacerlo por ambos lados.

Ya que somos tan valientes porque no comienzas una causa contra Estados Unidos por los presos de Guantánamo por ejemplo, juzga a Bush por crear una guerra de mentira, porque no le plantamos cara a EEUU?

Leyendo algún artículo de historia, ya que nos ponemos a juzgar a nuestro pasado, podemos empezar por iniciar otra causa que se remonta a tiempos también del pasado.

Seria muy fácil encontrar e iniciar una causa contra los Reyes Católicos en su expansión de la fe por el mundo (la iglesia tendría que rendir muchas cuentas al respecto) y por su conquista de América a golpe de cruz y machete.

Os invito a que tecleéis en Google “Reyes Católicos y genocidas”, con su mención especial por sus viajes por las conquista de Latinoamérica.

“Los pueblos que no recuerdan su pasado están condenados a repetirlo”.
Es una de las mejores frases que he escuchado acerca del transcurso de la historia.

Es un frase que me gusta mucho, cada vez que la pienso me viene a la cabeza todos aquellos lugares en lo que se han producido atrocidades cuya historia debe ser recordada día tras día y deberá pesar como una losa pero asumamos nuestro pasado y ya que no lo podemos cambiar, modifiquemos el futuro para que nunca se vuelva a repetir estos errores de la humanidad.

Un saludo.

1 comentario:

Scila dijo...

Comparto algunos reproches hacia Garzón: el momento, ¿porqué no antes? ¿Por qué primero Pinochet o los milicos argentinos? ¿Porqué no Guantánamo o la Cuba de Castro?
Pero en lo demás tengo ciertas discrepancias. El punto de partida que primero conviene reconocer es que, una República constituida democráticamente mediante el voto libre y universal fue traicionada, violentada y atacada por quienes tenían la misión de protegerla (Franco, al igual que Pinochet, gozaba de la confianza del Gobierno republicano al que derrocó).
Una vez acordemos, reconozcamos, ese hecho incuestionable pero no reconocido por los sublevados, tendremos las cosas más claras para entender que, durante estos setenta años, la sociedad que- de buena gana o por casualidad- le tocó vivir la guerra en el bando republicano, jamás ha tenido reconocimiento alguno a sus muertos, ni a sus presos por cuestión de pensamiento (sería impasible que usted y yo estuviésemos escribiendo aquí cosas como esta antes del 75).
Desde mi punto de vista no se trata de juzgar y condenar a los que queden vivos de aquella sangrienta sublevación, se trata no de profanar (se profana cuando de una tumba "normal" se extrae el cadáver sin asistencia u orden judicial), no se trata de profanar tumbas sino de buscar en carreteras, caminos, trasera de las iglesias, muros en el campo, lugares que se han transmitido de padres a hijos para recordar cómo una noche fueron sacados de sus casas y no volvieron, sin juicio, sin condena… a tiros, como alimañas. Y durante años sus familias ignoraron si estaban muertos, encarcelados, perdidos…
Durante setenta años los que- por casualidad o por ideología- estuvieron en el bando sublevado han contado con los derechos que les han otorgado en cuanto a pensiones, reconocimiento y diferentes formas de premiar su adhesión al régimen. No olvidemos el tratamiento de “caballero mutilado” y el derecho a cosas tan nimias como disponer de sillas en el tranvía o el metro, reservadas para ellos, la posibilidad de acceder a un negocio para toda la vida: los estancos. Ser portero, contando con vivienda, luz y agua gratis de por vida. Y tantas otras pequeñas formas de gratificar su pertenencia a los vencedores, aunque en muchos casos eso fue tan casual como en el bando republicano, una cuestión geográfica, una casualidad de estar en ese lugar en aquel momento y no en otro.
De modo que, no creo que reconocer que los “malditos rojos” no son, no fueron, ni malditos, ni mayormente rojos, sólo víctimas, sea algo que deba esperar eternamente, al fin la razón y la justicia estaba de parte de ellos, de los que acataban la legalidad, no de los que la inculcaron y a qué precio.
Que cada quien reciba lo que quede de sus muertos, que los entierre o incinere, que dejen de ser considerados “el enemigo”, fueron ciudadanos a quienes tocó defender la legalidad y perdieron. No creo que nadie busque nada más. Pueden dormir tranquilos los que quedan, si es que quedan, responsables directos de aquello.
Disculpe que me haya “metido” en su casa, pero comencé a leerle y creí encontrar desacuerdos pero no el odio que suelo encontrar en la otra parte.
Un cordial saludo/