martes, 23 de junio de 2009

TOCANDO EL CIELO




Muy buenas a todos!!

En tiempos inestables y de cambios profundos, creo que es cuando más hay que hablar de personas que con sus vidas, han cumplido sus sueños y son fuente de inspiración y un ejemplo de hasta dónde puede llegar el Espíritu Humano cuando algo se propone.

El personaje del que os quería hablar se llama Philipe Petit, muchos ya lo conoceréis, funanbulista francés cuya aficción residía en cruzar caminado sobre un simple cable, y con una pértiga entre sus manos, la distancia que separaban dos edificios, (a ser posible emblemáticos).

El documental que narra gran parte de su vida, me fascinó cuando lo ví, me quedé sin palabras, es alucinante. Se titula MAN ON WIRE y es toda una proeza de lo que el ser humano es capaz de hacer.

Comenzó atravesando la Notre Dame de París, siguiendo después el puente sobre el puerto de Sidney, y tambien el espacio que va desde el Palais de Chailot y laTorre Eiffel entre otras.

Pero el documental se centra en el mayor de sus desafíos, cómo se las ingenió para preparar el plan de su vida: cruzar las extintas Torres Gemelas del World Trade Center, caminando sobre un cable de 60 metros de largo.

Narrado por los mismos protagonistas que hicieron esto posible 30 años más tarde, la hazaña requirió de seis años de preparación. Tuvo que falsificar tarjetas de identificación para poder acceder multitud de veces al edificio, hacerse pasar por un obrero, tomar medidas, y múltiples hazañas de lo más variopintas, vale la pena verlo, os lo recomiendo.

Y fue un 7 de agosto de 1974 (fecha en la que servidor no era ni un proyecto), cuando poco después de las 7:15 de la mañana, Petit partió de la torre sur sobre su cable de acero. Con 24 años de edad, cruzó ocho veces entre las torres casi terminadas.Durante ese tiempo, además de caminar, se sentó sobre el cable, hizo una reverencia y, mientras se encotraba en el cable, habló a una gaviota que volaba sobre su cabeza.

Ante la mirada atónita de las autoridades policiales, de los vigilantes del edificio, y de cientos y luego miles de viandantes neoyorkinos, Philippe Petit fue feliz sobre la cima del mundo, acariciando las nubes.

Durante 45 minutos, el joven se paseó sobre el alambre. Primero lentamente, luego más rápido, bailando, dando saltos. No había forma humana de detenerle: le amenazaron con destensar el alambre, con atraparlo desde un helicóptero, pero nadie tuvo valor: su presencia, el vértigo, la alegría y la incontestable belleza de lo que estaba mostrando dejó anodadado a medio mundo a través de los medios de comunicación.

La inmensa repercusión mediática y admiración pública del número, tuvo como resultado la retirada de todos los cargos que se le habían imputado. Petit fue también obsequiado con un pase vitalicio para la plataforma de observación de las torres gemelas, otorgado por la autoridad portuaria de Nueva York.

Transcribo para terminar, las palabras con las que termina el documental:

“Mi sueño era conquistar escenarios espectaculares, y buen día aquel sueño.ya no era un sueño”. “Para mí, es bien sencillo: La vida debería vivirse al límite, hay que rebelarse, no someterse nunca a las normas, renegar del merito propio, no repertirse a sí mismo, y ver como un verdadero reto cada día, cada año, cada idea… y entonces, uno logrará vivir la vida en la cuerda floja”

Philippe Peptit, todo un ejemplo para muchos, y un loco para muchos otros, nadie en su sano juicio haría lo que hizo este hombre pensaréis…

“Locura, es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos”- Albert Einstein (1879-1955)


Que paseis una mágica noche de San Juan,
Un saludo a todos!!

jano1880@hotmail.com

2 comentarios:

el blog de las competencias dijo...

Gracias por la historia Jano!! He buscado mas info del acróbata, y resulta que la policia, provocada por sus mofas mientras se encontraba sobre el cable, le esposó y tiró por unas escaleras; algo que posteriormente Philippe describió como la parte más arriesgada de la acrobacia.

La inmensa repercusión mediatica y admiración pública del número tuvo como resultado la retirada de todos los cargos que se le habían imputado. La corte, sin embargo, "sentenció" a Petit a realizar un espectáculo para los niños de Nueva York, que transformó en un nuevo ejercicio de funambulismo, esta vez en Central Park, sobre el lago Belvedere.
Petit fue también obserquiado con un pase vitalicio para la plataforma de observación de las torres gemelas, otorgado por la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Su firma se encontraba en una viga de acero próxima al punto donde comenzó su paseo.

sin duda una historia de la que se puede aprender mucho en los dias que nos toca vivir!!!

SUSI GRAU dijo...

No sabía esta historia, gracias por compartirla!!!