Muy buenas a todos,
Sabéis aquel chiste, en el que un hombre que va enseñando a
sus amigos un reloj de mano, y algunos
le discuten que ese reloj que lleva es de hojalata; se lo cree y desilusionado,
se encuentra con otros y le dicen que es de plata; y , finalmente, cuando ya
otros le vuelven a preguntar, acaba respondiendo... pues que no lo sabe, que depende,
“que el reloj tiene días"...
Me lo contaba un amigo hace unas semanas, y lo recordaba hace días… que de alguna manera uno acaba siendo un poco ese reloj, "que tiene días". Es terrible vivir en un ambiente
nocivo que ya hemos interiorizado, desde que nos levantamos hasta que nos
acostamos, día tras día, contaminando el alma sin darnos cuenta.
Y frente a estas
dosis de pesimismo por cualquier rincón, tienes varias opciones, una de ellas
es seguir contaminándote, tragándote las tertulias de radio en matinal, la
prensa con sus titulares sensacionalmente deprimentes y telediarios titulando desgracias,
desde naturales hasta desahucios personales...
Una sociedad que vive con miedo, una sociedad pesimista, una
sociedad sin horizontes ni esperanza, está condenada.
Además hay algo peor, algo que todavía muchos sabemos. Y que
yo no sabría explicártelo muy bien, pero… ¿y si eres lo que piensas? ¿Y si tus
pensamientos pueden llegar a ser capaces de cambiar sistema inmunológico? ¿Sabes
el daño que te puedes estar haciendo? Bueno, tengamos cuidado con lo que
pensamos y alimentemos nuestra mente con otras cosas.
Puedes evadirte y vivir más feliz desde un escenario de ignorancia, que viene a ser ni ojear la prensa,
escuchar música cuando conduces, evitar telediarios...
No se habla de otra cosa, cualquier conversación con
amigos, con vecinos, familiares, la crisis, que si echaron a no sé quien,
que si la cosa esta muy mala... y lo que no interiorizamos es que ya nada volverá a ser igual.
Me decía un amigo andaluz que en un bar al que suele ir hay
un letrero grande que dice: “se prohíbe hablar de la cosa”. (entendiendo por
la cosa este fracaso del Sistema, esta crisis de valores, este nuevo paradigma, llámenlo
como quieran).
Los soplos de aire fresco siempre se agradecen, esos días en todo este país se empeña en decir que tenemos un reloj de
hojalata, uno tiene que hacer lo posible para convertirlo en un reloj de plata.
Y hablando de soplos de aire fresco el otro día volví a escuchar una conferencia motivadora, sobre emprender en estos tiempos e higiene mental, más que necesaria. Si teneis tiempo creo vale la pena verla entera, y sino, desde el minuto 16 es la parte más importante:
Creo que al final uno decide como quiere que sea su día y su vida, y decide de que quiere empaparse o alimentarse; el ambiente exterior es
hostíl y no podrás modificarlo, pero el interior es tuyo, y ese, que es el importante, la comida que le des, depende
sólo de tí.
Hay que seguir. De todo se aprende. Mucho ánimo a todos.
Un fuerte abrazo
Jano