lunes, 26 de abril de 2010

LA VIDA DE ARTURO Y CLEMENTINA


Muy buenas a todos!!

La siguiente entrada que cuelgo, es un cuento infantil de la vida de dos Tortugas, ARTURO Y CLEMENTINA, de la escritora llamada Adela Turín. Me ha parecido un cuento muy interesante, a pesar de que haya quedado una entrada larga…os dejo con la fábula….


Un hermoso día de primavera Arturo y Clementina, dos jóvenes y hermosas tortugas se conocieron al borde de un estanque, y aquella misma tarde descubrieron que estaban enamoradas.


Clementina, alegre y despreocupada, hacía muchos proyectos para su vida futura, mientras paseaban los dos a orillas del estanque y pescaban algunas cosillas para la cena.
Clementina decía, “Ya verás que felices seremos, viajaremos y descubriremos otros lagos y otras tortugas diferentes, encontraremos otra clase de peces y otras plantas y flores en la orilla, ¡será un vida estupenda! Iremos incluso al extranjero, ¿sabes una cosa? Siempre he querido visitar Venecia”, Arturo sonreía y decía vagamente que sí.


Pero los días transcurrieron iguales al borde del estanque. Arturo había decidido pescar él solo para los dos, y así Clementina podría descansar. Llegaba a la hora de comer con caracoles y le preguntaba a Clementina, “¿Cómo has estado cariño, lo has pasado bien?”, y Clementina suspiraba. “Me he aburrido sola todo el día esperándote” “¡Aburrida!” Gritaba Arturo indignado “¿Dices que te has aburrido? Busca algo que hacer. El mundo está lleno de ocupaciones, solo se aburren los tontos”. A Clementina le daba vergüenza ser tonta y hubiera querido no aburrirse tanto, pero no podía evitarlo.


Un día cuando volvió Arturo, Clementina le dijo, “Me gustaría tener una flauta, aprendería a tocarla, inventaría canciones y eso me entretendría”, pero a Arturo esa idea le pareció absurda “¿tu tocar flauta? Ni siquiera distingues las notas, eres incapaz de aprender, no tienes oído”.
Y aquella noche Arturo apareció con un hermoso tocadiscos y lo ató a la casa de Clementina mientras decía “ Así no lo perderás, eres tan distraída” Clementina le dio las gracias, pero antes de dormirse estuvo pensando por qué tenía que llevar a cuestas aquel tocadiscos tan pesado en lugar de una flauta ligera, y si era verdad que no hubiese llegado a aprender las notas y que era distraída, pero después, avergonzada, decidió que tenía que ser así, puesto que Arturo tan inteligente lo decía y suspiro resignada y se durmió.


Durante algunos días Clementina escuchó el tocadiscos. Después se cansó, era de todos modos un objeto bonito y Clementina se entretuvo limpiándolo y sacándole brillo, pero al poco tiempo volvió a aburrirse y un atardecer mientras contemplaba las estrellas a orillas de un estanque silencioso, Clementina dijo “¿Sabes Arturo?, algunas veces veo las flores tan bonitas y de colores extraños que me dan ganas de llorar, me gustaría tener una caja de acuarelas y poder pintarlas”. “¡Vaya idea ridícula, te crees artista! Que bobada” y reía y reía.

Clementina pensó, “vaya, he vuelto a decir una tontería, tendré que andar con cuidado o Arturo va a cansarse de tener una mujer tan estúpida” y se esforzó en hablar lo menos posible. Arturo se dio cuenta enseguida y afirmó “Tengo una compañera aburrida de veras. No habla nunca y cuando lo hace no dice más que disparates” pero debió sentirse culpable y a los pocos días se presentó con un paquetón. “mira, he encontrado a un amigo mío pintor y le he comprado un cuadro para ti. ¿Estarás contenta? Decías que el arte te interesa pues ahí lo tienes, átatelo porque con lo distraída que tu eres, ya veo que acabarás por perderlo”.

La carga de Clementina aumentaba poco a poco, un día se añadió un florero de Murano “¿no decías que te gustaba Venecia? Tuyo es, átalo bien para que no se te caiga, eres tan descuidada…”, otro día llegó con una colección de pipas austriacas dentro de una vitrina, después una enciclopedia que hacia suspirar a Clementina, “Si por lo menos pudiera leer” llegó el momento en que fue necesario añadir un segundo piso a la casa de Clementina.

Clementina, con la casa de dos pisos a sus espaldas, ya no podía moverse. Arturo le llevaba la comida y esto la hacía sentirse impotente, el siempre le decía “¿Qué harías tu sin mi?” “Claro” suspiraba Clementina “qué haría yo sin ti”.

Poco a poco la casa de dos pisos quedó completamente llena, pero ya tenía una solución: tres pisos más se añadieron a la casa de Clementina. Hacía mucho tiempo que la casa de Clementina se había convertido en un rascacielos. Clementina, una mañana de primavera, decidió que aquella vida no podía seguir por más tiempo, salió sigilosamente de la casa y se dio un paseo, fue muy hermoso pero muy corto. Arturo volvía a casa para el almuerzo y debía encontrarla esperándolo como siempre.


Pero poco a poco el paseíto se convirtió en una costumbre y Clementina se sentía cada vez más satisfecha de su nueva vida. Arturo no sabía nada pero sospechaba que ocurría algo “¿De qué demonios te ríes, pareces tonta?” Le decía, pero Clementina esta vez no se preocupó en absoluto, ahora salía de casa en cuanto Arturo volvía la espalda y Arturo la encontraba cada vez más extraña, y encontraba la casa mas desordenada, pero Clementina empezaba a ser verdaderamente feliz y las regañinas de Arturo no le importaban ya.

Y un día Arturo encontró la casa vacía, se enfadó muchísimo, no entendió y años más tarde seguía contándoles a sus amigos: “Realmente era una ingrata la tal Clementina, no le faltaba nada, veinticinco pisos tenía ya su casa y todos llenos de tesoros”.
Las tortugas viven muchos años, y es posible que Clementina viaje feliz por el mundo, es posible que toque la flauta y haga hermosas acuarelas de plantas y flores.
Si encuentras una tortuga sin casa, intenta llamarla: "CLEMENTINA, CLEMENTINA"
Seguro que es ella.


No voy a comentar el cuento, que cada uno saque sus propias conclusiones, porque la fábula tiene su miga. Estoy seguro de que todos, conocemos a muchas Clementinas y Arturos…

Como moraleja, creo que si te encuentras con algún Arturo en la vida, debes procurar no hacerle caso de lo que te diga, evita que te anule, no importa que te hable sobre que no puedes hacer esto o aquello.

Si es lo que realmente quieres hacer,hazlo! cualquier cosa es posible, y si es tu sueño, procura que ningún Arturo te lo joda...

Nada más por hoy,

saludos a todas las tortugas y tortugos!!

jano1880@hotmail.com

jueves, 15 de abril de 2010

EL NO ES UN CLIENTE, EL ES MI AMIGO

Muy buenas a todos,

Una gran historia la que os quiero hablar hoy, de esas que valen la pena ver. Ya habréis oído hablar de este caso, pero el otro día, por recomendación de una amiga, vi este reportaje y me dejó impresionado.

La palabra que puede definir la entrada hoy, sería la de la SOLIDARIDAD, pero en un cartel de 10X10 metros y en letras bien grandes!. La solidaridad, algo que usamos poco en verbo y mucho menos en acto.

Iñaki Otxoa. Alpinista navarro. Haber estado 16 veces en los pocos ocho miles que hay en el mundo, avalan su experiencia como escalador. Disfrutaba subiendo montañas, "era feliz así", dice su familia. Amigo y compañero, rescató muchas veces a personas que tenían pocas posibilidades de vivir allí arriba, y que habían sido abandonadas a su suerte. Ante todo, amaba la amistad y por supuesto, la vida.

En el año 2008, emprende un viaje al Annapurna, en el Himalaya, de la que dicen que es la montaña más peligrosa del mundo.

El siguiente video, es la conmovedora historia de cómo 14 alpinistas se jugaron la vida por salvar a un compañero en problemas.

En las situaciones límites de nuestras vidas, es cuando las personas, somos capaces de mostrar lo peor que llevamos dentro, y muchas veces lo mejor, como fue en este caso.

Me he pasado con la introducción, no me enrollo más, os dejo con el video cortado en tres partes:







Una gran historia. “Era como intentar bajar a alguien de la luna” comenta su hermano.

El Sherpa Lima, que tiene en Nepal una agencia de viajes de escalada, consigue un equipo y un helicóptero, y organiza una marcha en su busca. Con su Visa, paga todos los gastos sin decir nada a la familia, que se enteran después, que hay alguien que esta haciendo algo por salvar la vida de Iñaki.

En un Inglés nepalí, le dice al hermano de Iñaki por teléfono: ”Iñaki is not a costumer, he is my friend”- “Iñaki no es un cliente, él es mi amigo”.

El Annapurna se llevó a Iñaki el 23 de mayo del 2008, tras cinco días de agonía, pero como dice su hermano: perdí a mi Hermano, pero he ganado 14 ejemplos, que son mis amigos, son como mis hermanos.

“Los padres lo que queremos es que los hijos sean felices, y no que sean abogados; el riesgo está en todas partes, el riesgo está en vivir”. Palabras que dice su madre.

“La vida hay que vivirla; si tienes un sueño, hay que perseguirlo. “El mayor riesgo es no ser feliz, y no tirar por donde tú quieres tirar”.

Termino con las palabras del compañero Rumano:

“Para mí no había otra opción que quedarme con Iñaki, no podría seguir viviendo si le dejo allí. Fue algo normal, no fue un acto heroico ni nada de eso. Estoy seguro de que él habría hecho lo mismo por mí. Así son las cosas”.

Pues así son las cosas, la solidaridad apareció cuando más se necesitó, Iñaki hubiese hecho lo mismo.

"Que la solidaridad aparezca, al menos, cuando más se necesite"...

Nada más amigos, un saludo a todos, y muchas gracias por pasaros un rato por este lugar…

jano1880@hotmail.com




sábado, 10 de abril de 2010

EXITO vs CONTROL DE LAS EMOCIONES


Muy buenas a todos!!

Quiero hablaros sobre un experimento que ya muchos conocéis; en la red, hay muchas páginas que hablan sobre esto, escuche el otro día hablar de nuevo, y me pareció interesante el volver a comentarlo.

El video de este post, lo he colgado al final de la entrada,vale la pena verlo, pero primero toca leer…

El tema, trata sobre el "Autocontrol de nuestras emociones" y la repercusión que esto tiene en nuestras vidas, condicionando sin saberlo, nuestro futuro...

Situémonos entonces:

Esto ocurrió los años 60, el profesor Walter Mischel, de la Universidad de Stanford, encerró en una clase, a 92 niños de cuatro años de edad, y les dio una chocolatina a cada uno.

Les dijo que saldría fuera de clase 20 minutos, y si al volver, la chocolatina seguía intacta, les daría otra como premio; en caso contrario, al que se la hubiese comido, no le daría nada.

Los resultados sobre este experimento fueron muy curiosos: dos de cada tres niños se comió la chocolatina, hubo niños que se fueron a jugar al encerado, otros, en cuanto el profesor salió de la clase, se comieron la chocolatina; otros, se taparon los ojos para no verla…

50 años más tarde, se evaluó la vida de estos niños, (hoy personas adultas), para saber cómo les iba en la vida que vivían , y los resultados fueron sorprendentes:

El 80% de los niños que NO se comieron la chocolatina, ocupaban puestos de responsabilidad en las empresas en las que trabajaban, eran los más exitosos, y eran los que tenían las mejores calificaciones y el mejor desempeño.

Los dos tercios que habían sido incapaces de esperar y se comieron la chocolatina, eran los que tenían más problemas, peor desempeño y menos éxito personal y profesional. Comprobaron también, que la tasa de divorcios, era cuatro veces mayor en los niños que se comieron la chocolatina, que los que no lo hicieron….

El hallazgo más importante de esto, es lo que se ha llamado “El principio del éxito”; las personas que tienen una mayor habilidad en controlar sus emociones y aplazar la gratificación, son más propensos para tener éxito en la vida.

Y todo esto, lo relaciono con el placer rápido, con la gratificación del momento en la que estamos envueltos, en muchos aspectos en la vida que llevamos.

Curioso pero cierto, la disciplina personal de quien proyecta algo a largo plazo y quiere tener una gratificación final más importante, frente al que quiere tener una recompensa al momento, y su visión es más a corto plazo.

¡¡Controlar las emociones!!, no tires por la borda, un matrimonio de 20 años por un simple revolcón!!…

El autocontrol emocional es factor clave en el desarrollo de nuestras vidas.

Ahora si cuelgo el video, que por cierto me ha parecido genial!! (no son chocolatinas pero el experimento es el mismo, exacto al de los años 60)












Me lo he preguntado mientras escribia esta entrada... y a mí, con lo que me gustan los dulces, en especial el chocolate, que haría, ¿me comería esa chocolatina?

Un niño en la España de hoy, con lo que ve en la tele estos días, seguro que sobornaría a su amigo para que se le diese su chocolatina, que después ya le devolvería el favor…los niños copian lo que hacen sus padres…

Pero..Y vosotros, ¿qué haríais?, decirlo ahora es fácil, porque ya sabemos los resultados de experimento, pero hubiese sido una imagen única el vernos en esa clase y no ser conscientes, que una simple chocolatina, podría condicionar sin saberlo el transcurso de nuestras vidas…..

El post de hoy, no era recomendable para los golosos….

Nada más amigos, un saludo a todos!!

jano1880@hotmail.com